Cuando se realizó la transición desde Zelda Majora’s Mask a Wind Waker, se produjo un cambio en el estilo artístico bastante drástico que desanimó a unos y terminó por encantar a otros, pero que repercutió en las ventas del juego, sobre todo en Japón. Acerca de este arriesgado cambio de diseño ha reflexionado Miyamoto poniendo como ejemplo al personaje principal del título, al que se le bautizó como Toon Link.
En cuanto a Toon Link, yo lo llamo “Link-Ojos-de-Gato”. Voy a admitir que hubo que armarse de valor para utilizar este diseño con tintes de dibujo animado. Al final, si tomamos aquella decisión fue porque con el tiempo lo que realmente queríamos hacer era un juego típico de Nintendo. Una aventura que representase el alma de nuestra sociedad. Así que Link es un niño nada convencional, fue completamente reinventado con una mirada más racional. Además, nos ha permitido crear una distinción real entre sus aventuras en las consolas de sobremesa y las portátiles. Cada uno tiene su propia identidad. Así que sí, bien lo sé, hay un montón de gente que odia a la versión de dibujos animados… ¡pero ahí está!
Si bien el diseño de Wind Waker suscitó muchas críticas en su día, el que hemos observado en Skyward Sword parece haber cuajado de manera correcta, suponemos que por fijar el punto medio entre Twilight Princess y el anteriormente citado. Lo que hay que reafirmar es que, pese a que fuese harto cuestionado, el estilo gráfico de Wind Waker seguirá siendo el más vistoso y llamativo de la saga para muchos otros.
